Mi nombre es Marialejandra y crecí en un país cálido, vibrante y bellamente caótico llamado Venezuela, rodeada de una familia muy unida que me introdujo al concepto de participación comunitaria.

Debido a la situación política de nuestro país, mi esposo y yo encontramos un nuevo hogar en Canadá en 2018. El apoyo recibido de diferentes agencias durante nuestro viaje de asentamiento como inmigrante me hizo tomar conciencia de la importancia de los servicios sociales para una sociedad saludable. Esta experiencia me motivó a apoyar organizaciones con enfoque social no solo en Canadá sino donde sea necesario.

Sin embargo, el servicio social no siempre fue lo mío. Una carrera de ingeniería de más de 10 años y ser copropietario de un negocio de alimentos durante algunos años son algunas experiencias relacionadas con el trabajo que atesoro y me proporcionaron no solo crecimiento profesional y personal, sino también la comprensión de que las transiciones exitosas son posibles con la actitud correcta, la apertura para aprender y un sistema de apoyo.

Mi pasión por las iniciativas de empoderamiento de la mujer está ligada a las muchas referencias de mujeres resilientes e independientes con las que crecí, quienes me enseñaron lo que es posible para las mujeres cuando confiamos en nosotras mismas y nos apoyamos mutuamente.